Desde la Plataforma Dislexia llevamos tiempo luchando por la inclusión de nuestro colectivo en la convocatoria de becas educativas.
Esta semana hemos recibido esta carta del Defensor del Pueblo, comunicando la respuesta del Secretario de Estado de Educación, en relación con nuestra queja, en la cual se señala que:
«la convocatoria de ayudas para alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo beneficia, de forma global, a la totalidad de los estudiantes que presentan necesidades educativas especiales«*, y que el «carácter limitado de los créditos presupuestarios han impedido por el momento ampliar los colectivos que se ven beneficiados.»
*Al final de este artículo se puede encontrar un gráfico que explica la relación entre alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo y necesidades educativas especiales.
Desde la Plataforma Dislexia y todas las asociaciones que la componen, estamos trabajando para conseguir los recursos que necesitan las personas con dislexia para que estén en condiciones de equidad.
La mejor manera de abordar la dislexia es prevenir las dificultades que presenta. Eso significa trabajar la habilidades lectoescritoras como, por ejemplo, la conciencia fonológica. Sin embargo, tenemos un sistema que prefiere esperar al fracaso en vez de realizar una intervención temprana.
El profesional más adecuado para ofrecer el tratamiento necesario es un logopeda. Este tratamiento debe ser aplicado desde las primeras señales de dificultades y, además, ser frecuente y constante; algo que supone una inversión considerable para las familias afectadas, algo que muchas de ellas no se lo pueden permitir.
En España tenemos unas tasas de repetición y de abandono escolar alarmantes y costosas, tanto para los individuos afectados como para nuestra sociedad global. Sin duda, el alumnado con dislexia tienen un lugar destacado en estas cifras. Consideramos que nuestro país merece un sistema educativo que mitigue estos costes, interviniendo de manera temprana y dando recursos a las familias más necesitadas.
Gráfico de Eurydice en el informe REDIE que explica la relación entre ACNEAE y ACNEE