Recomendaciones para el alumnado con dislexia

Recomendaciones para profesores y orientadores para el alumnado con dislexia para el curso 2020-21

Desde la Plataforma Dislexia, y ante el inicio del año escolar 2020-2021, estamos preocupados por la situación sanitaria y las consecuencias que pueden llegar a tener en el alumnado en general y en el alumnado con Dislexia y otras DEA, en particular. 

Desde las diferentes asociaciones que forman parte de la Plataforma Dislexia, hemos recibido muchas llamadas de padres que nos han hecho llegar sus dificultades en el momento de tener que ayudar a sus hijas e hijos, durante el confinamiento y también su preocupación ante el próximo curso. 

Concretamente, lo que nos parece mas importante para el Alumnado con Dislexia y/o otras dificultades del aprendizaje, es lo siguiente:

  1. Es esencial ante el nuevo curso escolar que, mas que nunca, se realicen evaluaciones psicopedagógicas precoces para conocer cuales son las habilidades cognitivas mas alteradas en cada alumna/o con DEA. De este modo, se podrá́ estructurar un plan de atención individual y determinar cuales son las necesidades educativas que tiene cada uno, lo que favorecerá́ el proceso de aprendizaje del alumnado con DEA y el proceso de enseñanza de cada docente. Sabemos que siguen sin realizarse de forma habitual y que, en ocasiones, se hacen tan solo cuando la familia las solicita por escrito, lo que no nos parece muy lógico. En este momento de emergencia sanitaria, en la que el alumnado no puede tener un seguimiento tan personalizado, se hace aun mas urgente realizar evaluaciones para evitar el progresivo distanciamiento académico de este alumnado con el resto de sus compañeros sin dificultades. 
  2. Los equipos de orientación deben informar a cada uno de los docentes que trabajan con este alumnado, de sus necesidades especificas de apoyo educativo, instándoles a revisar los protocolos existentes para realizar de forma individualizada, el plan de intervención con las medidas ordinarias que se deben adoptar. Insistimos en que las medidas ordinarias de acceso al currículum, dentro del aula ordinaria son las que mas compensan las dificultades de este alumnado. Una de las funciones del departamento de orientación es hacer comprender al equipo docente la necesidad de la INCLUSION del alumnado con dislexia y/ otras DEA o de cualquier otra diversidad. 
  3. En esta nueva situación, que suponemos se va a mantener en el tiempo, el profesorado especialista debería ser mas un apoyo para el docente no especialista y no suplir lo que el docente no realiza dentro del aula (ya que esta no es su función). Seguimos considerando que este profesorado especialista en muy valioso y se debe utilizar solo cuando el resto de las medidas fallan (como cualquier otra medida extraordinaria de atención a la diversidad). Tenemos constancia de que, en muchas ocasiones, el alumnado con DEA recibe apoyo de los especialistas en PT/AL sin adoptar previamente medidas ordinarias e incluso, sin haber realizado evaluación psicopedagógica previa (o, sin informar a la familia de la realización de esta). En el caso de ser necesario este apoyo por el profesorado especialista, cuando se agotan las medidas ordinarias, si hay horas de reeducación con los profesores especialistas de Audición y lenguaje o Pedagogía terapéutica se podría dar cabida a la formación online del alumnado, adaptándose a la situación de emergencia sanitaria y no suprimiendo esta atención, que es lo que se ha hecho este curso. 
  4. Seguimos pensando que siempre es mejor un docente de apoyo o un profesor especialista dentro del aula ordinaria que no segregar al alumnado con NEAE en otra aula, separándolos de su grupo de iguales que, estamos seguros, potencia la NO INCLUSIÓN y la estigmatización, con las consiguientes consecuencias en el rendimiento, actitudes y estado emocional de este alumnado. Tenemos constancia de que se sacan a varios alumnos con dificultades de las aulas ordinarias, para otra aula de refuerzo educativo, cuando el docente que da el refuerzo podría reforzar el docente del aula ordinaria. Eso es inclusión, lo que está ocurriendo ahora es segregación. Al final, esos grupos de refuerzo educativo (RE) acaban siendo los de los alumnos “menos listos o mas lentos” (por experiencia os decimos que así lo cree el alumnado afectado y el resto de sus compañeros). Esta segregación va en contra de la base ideológica de los diferentes decretos autonómicos existentes1, de la LOMCE, de nuestra constitución y de todos los tratados internacionales suscritos por España. 
  5. Que en el expediente de este alumnado consten, mas que nunca, sus dificultades y como se trabaja con ellas, en resumen, cuales son las adaptaciones que necesita (que en el caso de la dislexia y otras DEA, no cambiaran sustancialmente a lo largo de su vida académica). Las familias seguimos encontrándonos todos los años con problemas para que se entiendan las dificultades de nuestras hijas e hijos. Mucho me temo, que este año será́ mucho peor, por lo que es esencial que el profesorado y el departamento de orientación registren adecuadamente y, en todos los casos, en los diferentes aplicativos informáticos de cada comunidad, cuales son las necesidades educativas que tiene cada alumna o alumno con Dislexia y/o otras DEA y como se ha trabajado con ellas y ellos, sobre todo si lo que se ha hecho ha funcionado, para que en el curso siguiente, quede claro para el equipo docente que se haga cargo de ellos como tienen que trabajar. Si no se hace así, las familias nos encontraremos en cada nuevo curso escolar, con la dificultad añadida de tener que volver a explicar y a solicitar lo que nuestras hijas e hijos tienen derecho. Nos desgasta y nos desespera porque sabemos que es contraproducente para ellos y porque parece que estamos pidiendo “favores” cuando lo que reclamamos son derechos. 
  6. Las medidas ordinarias deberían ser “obligatorias”, en pro de la no discriminación de este alumnado con DEA y de cualquier ACNEAE, tal y como viene reflejadas en la LOMCE y en los diferentes decretos autonómicos. En nuestro caso, es esencial: 
    • Que el equipo docente conozca como funciona el cerebro del alumnado con dislexia y otras DEA, para así poder adaptar su forma de enseñar y de exigir. Para ello, desde las diferentes asociaciones de la Plataforma, nos ofrecemos a dar formación a cualquier centro educativo que lo necesite y lo demande. 
    • Que el equipo docente conozca los diferentes protocolos publicados por cada Consejeria, si los hubiera, usándolos como guías de buenas prácticas, basadas en evidencias científicas. 
    • Que se realicen adaptaciones de las tareas tanto en el aula como las que se envían como trabajo escolar en casa y, sobre todo, las que se envían online. Tenemos conocimiento por medio de las familias que los PDF enviados por los profesores durante el confinamiento, no estaban adaptados para el alumnado con dislexia y/o otras DEA, ni en forma, ni en el tiempo que tenia el alumnado para realizarlos. Los padres hemos tenido, una vez mas, que hacer de profesores, de PT, de AL, adaptando, explicando, leyendo, dictando, corrigiendo… Es evidente que no todas las alumnas y alumnos con dislexia tienen las mismas facilidades a nivel del acceso a las TICs, y sus madres y padres tampoco. La brecha tecnológica y social no ha ayudado tampoco, una vez mas, a este alumnado. No se puede, en nuestra opinión, seguir permitiendo subir tareas generales a plataformas online sin individualizar, ni colgar de forma indiscriminada en las aulas virtuales tareas sin adaptaciones para los ACNEAE, teniendo en cuenta que los padres no somos expertos en como hacerlo. En cambio, entendemos que el profesorado especialista podría apoyar en esta tarea si se potencia el uso de herramientas digitales para trabajar con este alumnado de forma online. Es cierto que, en ocasiones, el ancho de banda no llega y que estamos limitados por ello. En este caso, las Consejerías deberían tomar medidas para paliar esta circunstancia, facilitando a quien lo necesite, ordenadores (con programas de lectores de texto, organizadores visuales…) y acceso a internet para que cualquier alumno pueda “conectarse”, así́ como enseñarles a usarlo (ya que hay muchas familias que no saben como hacerlo). Es necesario insistir de nuevo en la “obligatoriedad” de estas adaptaciones no solo para el alumnado con dislexia, si no para cualquier ACNEAE, y no tareas generales para toda la clase. 
    • Que los libros de lectura obligatorios se adapten para el alumnado con dislexia, ya que se manda leer el mismo libro a nuestras hijas e hijos con dislexia (sin adaptarlos a su nivel lector) y exigiendo que esta tarea de lectura se realice en el mismo tiempo que sus compañeras/os sin dislexia => La FLEXIBILIZACIÓN DEL TIEMPO es esencial para nuestro hijos e hijas, no solo en la lectura sino en todo tipo de tareas.
    • Que no se obligue a nuestras hijas e hijos a copiar el enunciado de las tareas ni el de los ejercicios de las evaluaciones escritas. El equipo docente debe ser consciente de que el tiempo que tarda una alumna/o con Dislexia en realizar las tareas es el doble o el triple que cualquier otra alumna/o sin dificultades por lo que se deberían flexibilizar también la cantidad de tareas que se les envía. 
    • Ponderar la posibilidad de la evaluación oral, de forma individual para cada alumna/o. 
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Notas:

  1. La legislación en cada Comunidad se pueden encontrar en nuestra página web:

Educación y Pandemia: reflexión de un maestro

Reflexión sobre la educación y la pandemia de Paco Jaime, maestro de Educación Primaria

Nos envía esta reflexión Paco Jaime, Maestro de Educación Primaria. Coordinador de bilingüismo, desarrollador del enfoque metodológico “MR MIC & G. XXI” CEIP-PRI La Aceña.

UNA VISIÓN DESDE EL OTRO LADO
17/04/2020

Ando confinado, como “todo” el mundo, que se encuentre confinado, no es una redundancia banal. Viendo por mi ventana como hay gente que deja su confinamiento y da a veces, tantas vueltas con su perro, que creo que será olímpico en las próximas Canino Olimpiadas.

Mientras tanto, estoy leyendo en diferentes medios acerca de lo que acontece con la enseñanza; si aprobado general, si retraso de la EBAU, si es un agravio comparativo un aprobado general, si la diversidad está abandonada, si final del curso ya, si el teletrabajo es más estresante para las familias que no son digitalmente competentes, del mismo modo para los docentes que rehúyen cada día de la formación tecnológica, si avanzar materia, o repasar lo ya dado presencialmente, y ese largo etc. Hay un argumento y su contrario para quedar en nada al final. ¿No les suena a nuestros interminables informativos? La conclusión es, que nadie parece saber tener la respuesta a las muchas preguntas con sus interminables variables.

Les diré, en términos educativos, lo que puede que esté sucediendo, si me permiten mi punto de vista. La enseñanza es por definición, y de forma sucinta, un conjunto de habilidades, contenidos, hábitos, procesos neurológicos, etc… adquiridos a través de la experimentación necesaria para aprehenderlos y transmitirlos, de alguien que los tiene a otro que no los tiene.

Estando más o menos situados con lo anterior, me doy cuenta que el profesorado, en mayor o menor medida no es consciente de cómo actuar en esta situación, y en las habituales; no todo, obviamente, pero haberlos los hay. Sin duda, se me ocurre pensar en otra institución a la que se asemejan, ¿les suena a quién nos parecemos? Y todavía voy más allá y haciendo referencia a las familias. Ustedes creen que, en un domicilio medio, donde haya cuatro miembros (mamá+papá+2 hijos) cuando esa combinación se multiplique (padres+abuelos+hijos), haga las combinaciones que le plazca. Pongamos un ejemplo. Imagine la siguiente situación: “un adulto tele trabajando, más un escolar que necesite tele trabajar con cosas de la escuela o centro de estudios; más otro miembro de la familia con ganas o necesidad, de usar el PC, laptop, Tablet, Smartphone, etc…, a eso le sumamos unas 8 a 9 asignaturas de media, con al menos una hoja de actividades por cada asignatura/área, con las correspondientes consultas al libro digital o links que cada actividad comporta, más el tutorial del profesor aclaratorio, impresoras con cartuchos de tóner, cuyo precio parece sangre de unicornio, o libretas que se acaban, pierden o desaparecen, la clase on-line, los niños todo el tiempo diciendo que no se enteran, diciendo: “¡que así no me lo explicaron!”, etc…” Creo que ya van cogiéndole el ritmo, frenético, en el que están las familias.

Por otra parte, el profesorado, escudriñando la red como nunca antes. Buscando materiales más allá de la editorial, por fin, para que sean más accesibles, más sencillos, y de mejor acceso para las familias. Creando blogs, creando webs, para facilitar el aprendizaje a los alumnos y a sus familias, haciendo más tutoriales que “El Rubius o El Cejas” juntos.

En definitiva, reformando su metodología y digitalizándola a la voz de ¡ya!, sin previo aviso ni preparación suya ni del alumnado. Y es aquí cuando además me pregunto: ¿se ha tenido en cuenta a los docentes en algún momento? Cuando el aporte de sus equipos tecnológicos, es subvencionado por los propios docentes, sí se les avería son ellos los que corren con todos los gastos y, recordemos que ellos también tienen familia. Todavía, nadie se ha acordado de ellos en los aplausos de las 8 de la tarde, ni nos vamos a acordar tampoco. Pero eso sí, ellos seguirán teniendo que corregir más tareas que nunca, con más detalles que nadie antes había visto, e intentando dar un feedback a todo el alumnado. Si es de infantil, o primer tramo/ciclo, descubrimos un estrés desconocido y jornadas interminables. Pero sí nos vamos a acordar de ellos cuando haya que levantar el país y reducirles el sueldo o quitarles las pagas extras.

Si hablamos de Atención a la Diversidad, apaga y vámonos. Por más que queramos, si durante el curso ordinario ya es difícil llevar a cabo una atención a la diversidad eficaz, unas veces por motivos de escasa formación y conocimiento, otras por falta de medios, lo cierto es que nada de nada, o más de lo mismo si lo prefieren, con el agravante de estar en casa atrapados con la familia que la mayor parte de las veces dependía del medio escolar.

Pongamos por ejemplo un alumno con dislexia. ¿Le enviamos una ficha de lectura? ¿Un tutorial asociado a una ficha? Y así podríamos estar hasta el infinito.

Donde quiero llegar con esto, es hacerles patente, que estamos en un instante, donde todo lo que no sea bienestar de salud en la situación actual, es accesorio, son fuegos de artificio. No estamos creando una sociedad crítica, capaz de dar respuestas o al menos buscarlas para dar soluciones. Creamos una sociedad de huida hacia adelante, sin gente formada, egoísta y poco reflexiva. En una palabra, no estamos creando personas RESOLUTIVAS, sino conformistas. No sabemos priorizar. Véase las noticias, importa más un número estadístico que un nombre propio de quien fallece, el frío dato.

Si las humanidades, se han sustituido por las ciencias; cuando deberían ir de la mano, de un modo holístico y transversal, nos muestran esta estampa actual. Alumnado que no es autónomo para resolver sus cuestiones académicas, profesorado que envía misma actividad que de modo ordinario, como mucho cambian los formatos, pero sigue siendo lo mismo. Porque no se le ha enseñado a ser autónomo a ese alumnado tampoco.

Familias que descubren que antes de la crisis del COVID-19, pasaban de media con sus hijos una media de 180 minutos máximo en 24 horas, tienen problemas para abordar las mil y una cuestiones que les rodean a sus hijos, y han visto que la pedagogía docente, está a otro nivel del que pensaban.

Como conclusión diré, que la escuela es un bien de todos, no hay nadie ni por encima de ella, ni con derechos sobre ella.

La escuela es la continuación de la educación en la casa. La que hace crecer y brotar los talentos de lo más preciado de nuestro mundo, los niños y niñas. Es decir, el capital humano que ha de hacer evolucionar la sociedad de un modo creativo, talentoso y contribuyente, No dependiente.

Profesorado, debe ser coherente a los tiempos y alumnado, que le toca, demandar una formación adecuada, planes de estudio coherentes y flexibles con mayor atención a sus necesidades laborales.

Las familias, tiene la obligación de ser, eso, familia, debe educar a sus hijos como corresponde y colaborar con la escuela, en todo lo que sea mejorar a sus hijos, no de un modo individualista, y egocéntrico interesado a su imagen y semejanza, sino como alguien que será miembro de una sociedad plural y diversa.

Atención a la Diversidad, inclusión de políticas e inversiones en educación radicales, que den el giro que todos esperamos, que sean de facto en la etapa escolar, donde es más fácil atajar, corregir, redirigir e incluso guiar hacia la autonomía y no la dependencia en etapas posteriores como es al final de la adolescencia. Estamos hablando de seres humanos no de frías hojas de Excel.